Siempre hay un motivo real para brindar

Nos levantamos pasadas las 12 todavía con modorra y marcas de la almohada. Desayunamos y vimos el último capítulo de Lost, recién salidito de la net. Cuando nos levantamos cada uno se sentó en su búnker un rato y planificamos el día. Él ensaya un rato, yo webeo pensando que tengo que leer Popper, qué feo!
Mientras computo un rato y juego al zuma, un nuevo jueguito adictivo que me pasó Rami, súper recomendable, escucho la radio. Suena Basta de todo en la Metro y están regalando una caja de vinos al que tenga un buen motivo para brindar. Lo hacen todos los días, pero hoy decidí llamar. Marqué aproximadamente ocho veces el mismo número, redial, redial, redial...una y otra vez hasta que sonó y empecé a escuchar la radio por teléfono. Qué nervios! me temblaba la voz, no sé por qué uno se pone tan nervioso cuando habla por la radio, algo así como un pánico escénico.
Me saludaron Matías, Schulz y Cabito, me hicieron las preguntas de rutina, edad, estado civil, etc.
En eso entra Rami al comedor y me mira "estás hablando con la radio?", "jaja, sí", le contesto.
Me hicieron preguntas sobre Rami, dónde nos conocimos, dónde nos dimos el primer beso, a dónde fuimos la primera vez que salimos, y algunas intimidades más que en ese momento trastabillé pero respondí.
Finalmente mi motivo para brindar era la visita de mi papá con su familia. La primera vez que vienen a casa y los recibo como buena anfitriona. Me pareció un buen motivo.
Después del voto del equipo de la radio, me gané la caja de vinos!
A horitas nomás de que lleguen las visitas, con Rami nos seguimos riendo del llamado desvergonzado y esperamos disfrutar del merecido regalito de viernes santo, ja!


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