Este blog se está tornando un tanto feminista, no es que me moleste, pero también me gustaría mencionar las cosas horribles por las que atraviesa nuestro género.
Las hormonas: que cada 28 días nos visite andrews, o como lo llamen, no es lo más molesto. Lo más fastidioso es el fuckin' ciclo femenino en el que el nivel hormonal sube y baja cada no sé cuántos días y eso repercuta directamente en nuestro carácter. Nos ponemos emocionales, lloramos con cualquier película pochoclera o discusión banal que se nos cruce, y pasamos al otro extremo en cuestión de instantes, nos ponemos irritables, enojosas e intolerantes. Encima de todo nos vemos gordas, nos hinchamos como sapos y, como frutilla del postre, duele!
La depilación: bueno, salvo algunas suertudas que la naturaleza las dotó de su condición cuasi-lampiña, el resto supongo que debe saber de lo que hablo, cuando me refiero a esta tortura troglodita que nos impuso la cultura occidental. Y no hablo sólo del dolor que puede causar depilarse, ya sea con cera, depiladora eléctrica, banditas de cera fría, etc,; sino además, de la cuestión molesta de tener que depilarse, gastar un buen rato de tiempo para cumplir con los mandatos, porque mal que nos pese, a todas nos gusta dejar de ser un ewok y vernos bien depiladitas. Pero no siempre tenemos un tiempo sagrado en soledad para el ritual. Nos llaman una noche para invitarnos a una quinta con pileta, y lo primero que se nos cruza por la cabeza, después del sí, (además de los rollos, la panza, la celulitis, la blancura, el traste, etc.) es si estamos perfectamente depiladas como para ponernos la bikini adelante de x y de los amigos de x.
Ni hablar si vivimos en pareja, imposible encontrar el momento, y cuando ya nos desinhibimos pero tratamos de mantener nuestra intimidad, nos tocan la puerta del baño...."¿qué estás haciendo?"
La celulitis: pregunto, ¿este archienemigo nos toca sólo a nosotras?, ¿por qué, por quéee este engendro tan horroroso que nos deforma cual flan de 15 huevos?!! ¿qué hicimos tan mal como para que nos castiguen con semejante flagelo????!!!!
La maldita competencia femenina: me parece lamentable este factor, sé que los hombres también compiten entre sí, pero dudo que al nivel de nosotras, que nos volvemos harpías. Miramos lo que se puso cada mujer que va caminando, sacamos radiografía sin pruritos, criticamos, envidiamos. En los trabajos la competencia femenina es de terror, se generan ambientes de tensión, celos y enemistad. La verdad es que me parece algo lamentable, pero a veces me encuentro a mí misma en esa posición y no puedo evitar tener sentimientos encontrados de regodeo, y a la vez de bronca por convertirme en eso que tanto odio ver en las demás.
Los miedos: miedo a caminar sola por la calle a las 2 de la mañana, miedo al fracaso, miedo al abandono, miedo a mis celos, miedo a tirarme a la pileta, miedo a la balanza, miedo al estancamiento... En fin, miedos de esos que grafica la genia de Maitena en la imagen que acompaña este post.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Genial!!! el primer apartado me recordó a una charla que tuvimos, en la que confesaste que cuando te viene llorás hasta con la noticia de un tifón en China! Jajaja. Me gustó mucho el último ítem sobre los miedos. Te quiero.
Qué groso ésto, me leen hasta en N.Y! jajaja, quedé en evidencia, sí, soy una llorona hormonal, buaa!!
muy buena la nota
Publicar un comentario